¿Como mantener la calma en tiempos de Coronavirus?

En días donde la sobreinformación, las redes sociales y los claros efectos del Coronavirus o COVID19 ha tenido en Europa, es común que muchos de nosotros nos sintamos abrumados y con miedo a la incertidumbre de lo que podría pasar en nuestro país. El miedo, es un mecanismo que nos permite sobrevivir y que nos ayuda a aprender a evitar situaciones peligrosas del futuro. Si lo ves así, es una emoción necesaria, sin embargo, al enfrentarnos a una situación donde no sabemos qué pasará, lo más probable es que nuestro cerebro nos presente diferentes escenarios desconocidos sobre lo que podría pasar, provocando ansiedad y pánico. Hoy veremos una forma para lograr mantener la calma en tiempos de Coronavirus. 

De la ansiedad al pánico.

La ansiedad se define como un sentimiento de preocupación, nerviosismo o inquietud, que generalmente está relacionado a un evento con un resultado incierto. La ansiedad surge cuando las cortezas prefrontales de nuestro cerebro no tienen suficiente información para predecir con precisión el futuro y esto es lo que sucede con el Coronavirus. 

Cuando no podemos controlar nuestra ansiedad y nos sentimos abrumados por la incertidumbre o el miedo al futuro, podemos llegar a sentir pánico, el que se define como un miedo o ansiedad repentina e incontrolable que puede causar un comportamiento irreflexivo.

Un ejemplo, sería el efecto de abastecimiento en los supermercados. A pesar de que sabemos que no necesitamos papel higiénico para seis meses, cuando vemos que el carrito de alguien está lleno, la ansiedad de él o ella nos infecta y pasamos al modo de supervivencia, queriendo tener la misma reacción de acaparar todo lo que podamos para afrontar la incertidumbre de lo que pasará en el futuro.

¿Cómo no entrar en pánico?


1. Asumir lo que sientes.

Lo primero que los expertos en psiquiatría recomiendan, este entender que necesitamos ser conscientes y admitir que estamos ansiosos o en pánico. Lo peor que podemos hacer es reprimir o pensar que no estamos pasando por un cuadro de  ansiedad. Luego, es importante entender hacia qué comportamiento nos está llevando ese cuadro de ansiedad, es decir, si nos está ayudando a salir a adelante o, por el contrario, nos está conduciendo a comportamientos tóxicos o peligrosos. 

2. Cambiar un comportamiento.

Luego que nuestro cerebro entiende que nuestro comportamiento no nos está llevando a nada positivo, debemos poner en práctica nuevos pensamientos. Es decir, cambiar la preocupación por preguntas que sean positivas. 

Por ejemplo, si estás evitando tocar tu rostro con las manos y de repente lo haces, en vez de pensar que te enfermarás y preocuparte al respecto, puedes respirar profundo y preguntarte: “¿Cuándo me lavé las manos por última vez?. Lo más probable es que si has estado consciente de tu higiene, la respuesta sea “En realidad, me las lavé hace unos momentos”. Lo mejor que puedes hacer cuando sientas que estás comenzando un ciclo de ansiedad es detenerte y darte un momento de pensar, de esa forma le darás para darle la oportunidad a tu cerebro de volver a estar tranquilo mediante la razón.

Cuanto más podamos potenciar de manera positiva nuestros pensamientos más nuestro cerebro preferirá elegir esos pensamientos, antes de quedarse atrapado en la ansiedad o un sentimiento negativo. Es la mejor vía de romper con los ciclos de ansiedad. 


3. Limita tu tiempo en redes sociales.  Entendemos que quieres estar informado todo el tiempo, sin embargo, exponerte a la información y noticias de manera constante puede saturarte, generando ansiedad, miedo o preocupación. Intenta programar intencionalmente pausas de las redes sociales y enfocarte en hacer algo que te gusta. Si te sientes muy ansioso, te recomendamos tener a mano el contacto de ese amigo que sabes que te relajará. Compartir tus experiencias y emociones con personas de confianza te ayudará a sentirte acompañado y disminuir la ansiedad.

Los homenajes de Amor

Hacer un discurso en un funeral es uno de los elementos más importantes y emotivos de un servicio funerario. Es conocido por todos, que su rol principal es honrar la memoria del ser querido que hemos perdido, despedirlo y homenajearlo frente a su familia y amigos. 

Si estás encargado de escribir uno, debes saber que lo más importante es expresar cuánto significa esta persona para ti y compartir información relevante sobre quién fue la persona despedida y qué hicieron juntos mientras él o ella estaba en vida. Es vital que el discurso que escribas sea conciso y bien organizado. Si bien, es normal que cuando hables de tu ser querido se te puedan venir a la mente muchas palabras, es importante tener la claridad sobre qué realmente contar. Puede ser un poco difícil al principio, pero recuerda siempre que menos es más. Bastará hablar sinceramente desde el corazón y reconocer la vida de esa persona. 

Por otro lado, es importante tener en cuenta la audiencia que te estará escuchando y recordar lo sensible y emocional que se pueden encontrar. Incluir a familiares y amigos en tu discurso creará en sentimiento de unidad y pertenencia a tus palabras. Si no sabes cómo empezar, te presentamos a continuación algunos temas de interés que podrías tocar: 

Historia: Aquí es donde podrías hablar dónde nacieron, su vida infantil y otros temas que cubren quiénes eran como persona.

Carrera: Hablar sobre su profesión y cómo llegaron allí y quizás qué profesiones les apasionan o lo que siempre quisieron hacer.

Logros: Esto cubre y alaba los logros personales que lograron a lo largo de su vida.

Historias: Use ejemplos específicos para acompañar lo que estás hablando. Las historias detalladas tienden a traer sonrisas en las personas y fomentar un ambiente atento y de amor.

Recuerdos: hable sobre cualquier recuerdo que tenga con esta persona. Quizás un momento que nunca olvidará, palabras de consejo que le dijeron o una historia que impactó que tuvieron en su vida.

Anécdotas: Cuenta una historia corta y divertida de un incidente que sucedió. Historias como esta pueden agregar un sentido del humor natural que es respetuoso con el difunto pero ligero en la audiencia. Para finalizar, es importante recordar que estas son sólo referencias y que si hablas de tu corazón, es imposible decir algo incorrecto. ¡Anímate a expresar con palabras lo que sientes!

La importancia de contar con un plan de servicios funerarios

La pérdida de un ser querido nunca es fácil, y aunque no nos guste pensar en ello, es importante estar preparado ante las implicaciones económicas que esto puede representar. Un plan de servicios funerarios no debe ser visto como un mal presagio, al contrario, existen muchas buenas razones para contemplar uno, te compartimos algunas de las ventajas de contar con uno.

Tus términos

Una pérdida siempre será difícil y se deben tomar decisiones que, en medio de la confusión, tal vez no sean la voluntad de la persona. Este tipo de detalles pueden llevar a sentimientos de culpa y malentendidos con otros familiares que se pueden evitar fácilmente, y que solamente complicarán las cosas en un momento tan delicado.

Factor económico

Se quiera o no, un funeral representa un costo para el que muchas de las veces no se está preparado. Y los gastos derivados pueden recaer en familiares y amigos que buscarán la forma de solventar dichos cargos. De esta manera, se contará con la seguridad de que la voluntad del fallecido se cumplirá, sin afectar la economía de las personas más cercanas.

Costos

Aunado al punto anterior, los costos de un funeral se elevan año con año, y contar con un plan que se ajuste a tus necesidades y que cubra los costos es importante para proteger tus finanzas y la de la gente que te rodea.

Existen muy pocas garantías en la vida, y estar preparado para cualquier eventualidad es parte de una cultura de financiera que puede hacer las cosas más sencillas para nuestros seres queridos, por lo que contemplar esta opción es importante.

En esos momentos difíciles, cuéntanos con un plan de servicios funerarios en el que se puede incluir a tu familia, cónyuge e hijos menores de 65 años, y que contempla asesoramiento, traslados, sala de velación y muchas otras ventajas. Para conocerlo, consulta nuestra página o contáctanos al 4035-5800

Cuando la vida continua

Sobrellevar con la pérdida de un amigo cercano o un familiar podría ser uno de los mayores retos que podemos enfrentar. La muerte de la pareja, un hermano o un padre puede causar un dolor especialmente profundo. Podemos ver la pérdida como una parte natural de la vida, pero aún así nos pueden embargar el golpe y la confusión, lo que puede dar lugar a largos períodos de tristeza y depresión.

Todos reaccionamos de forma diferente a la muerte y echamos mano de nuestros propios mecanismos para sobrellevar con el dolor que ésta conlleva. Las investigaciones indican que el paso del tiempo les permite a la mayoría de las personas recuperarse de la pérdida si pueda contar con apoyo de su entorno social y mantenga hábitos saludables. Aceptar la muerte de alguien cercano puede tomar desde meses hasta un año. No hay una duración “normal” de duelo. Usted tampoco debe anticipar que va a pasar por “fases de duelo”

Si usted ha tenido una relación difícil con la persona fallecida, esto puede añadir otra dimensión al proceso de duelo. Podría necesitar reflexionar por algún tiempo antes de lograr mirar la relación con nuevos ojos y acostumbrarse a la pérdida.

Si tomamos en cuenta que la mayoría de nosotros puede superar la pérdida y continuar con nuestras vidas, nos damos cuenta de que los seres humanos, por naturaleza, tenemos una gran capacidad de resiliencia. Pero algunas personas lidian con el duelo por más tiempo y se sienten incapaces de llevar a cabo sus actividades cotidianas. Estas personas podrían pasar por lo que se conoce como duelo complicado y les podría beneficiar la ayuda de un profesional de salud mental calificado como un psicólogo que se especialice en el duelo.

Superar la pérdida de un amigo cercano o algún familiar toma tiempo, pero las investigaciones nos sugieren que esto puede ayudar a alcanzar un renovado sentido de propósito y dirección en la vida.

A las personas que están pasando por el duelo podrían resultarles útiles algunas de estas estrategias para lidiar con su pérdida:

  • Hable sobre la muerte de su ser querido con amigos y colegas para poder comprender qué ha sucedido y recordar a su amigo o familiar. Negarse que ocurrió la muerte lleva al aislamiento fácilmente y puede a la vez frustrar a las personas que forman su red de apoyo.
  • Acepte sus sentimientos. Después de la muerte de alguien cercano, se puede experimentar todo tipo de emociones. Es normal sentir tristeza, rabia, frustración y hasta agotamiento.
  • Cuídese a usted y a su familia. Comer bien, hacer ejercicio y descansarse le ayudará a superar cada día y a seguir adelante.
  • Ayude a otras personas que también lidian con la pérdida. Al ayudar a los demás, se sentirá mejor usted también. Compartir anécdotas sobre los difuntos puede ayudar a todos a lidiar con la pérdida.
  • Rememore y celebre la vida de su ser querido. Usted puede hacer un donativo a la entidad benéfica predilecta del difunto, enmarcar fotos de momentos felices que vivieron juntos, ponerle su nombre a un nuevo bebé o plantar un jardín en su memoria. La elección es suya — sólo usted sabe cuál es la forma más significativa a su mismo de honrar esa relación única.

Si siente que sus emociones le abruman o que no puede superarlas, quizás hablar con un profesional de salud mental calificado como un psicólogo le podría ayudar a lidiar con sus sentimientos y recuperar el rumbo para salir adelante.

Acompañamiento

La vida esta llena de aventuras, estas nos ayudan a crecer y forjar nuestro camino en la vida, formando nuestro carácter y llenándonos de grandes lecciones llenas de sabiduría. Las pérdidas es un tema que va más allá de la pérdida de un ser querido únicamente, abarca todos los aspectos de la vida, desde la pérdida de nuestro teléfono móvil, hasta la pérdida de nuestro zona de confort al empezar un nuevo empleo. En este espacio le acompañamos en todos aquellos aspectos de la vida diaria orientándolo a tomar las mejores decisiones.

¿Cómo abordar el tema del Covid con los niños y adolescentes?

Es un hecho que, en relación a la Pandemia por Covid 19, o Coronavirus, como ordinariamente lo nombramos, estamos viviendo una experiencia sorpresiva, completamente nueva, que a los adultos nos ha creado diversas experiencias que pueden ir desde la incertidumbre, el miedo, la angustia o ansiedad, hasta la claridad de que también esto pasará. Mientras así suceda, es necesario contar con los necesarios recursos físicos, materiales, psicológicos y emocionales y, por supuesto, la elemental información médica. En este ambiente la tarea de ser papa y mamá, o cuidadores de niños, niñas y adolescentes ha dado un giro muy importante: mientras en tiempos ordinarios la mitad del día estaban en sus escuelas, cuando así les era posible, ahora permanecen en casa todo el día.

La particularidad de esta situación requiere de padres, madres y cuidadores un añadido del manejo más allá de lo que acostumbraban en el día a día y que supone una tensión a la convivencia familiar, generado dudas sobre el qué es lo adecuado y cómo abordar la contingencia, qué decir o qué no decir, qué hacer o qué no hacer con sus hijos e hijas.Los mismos niños, niñas y adolescentes se ven sometidos a una situación especialmente estresante que desafía sus rutinas y genera una limitación en la realización de sus actividades.

Por lo tanto es necesario no olvidar mantenerlos informados de la situación que vivimos, para reducir sus fantasías acerca de lo que sucede. Ellos tienen una sensibilidad que les hace detectar que algo no está bien y es importante que la explicación que se les brinde sobre el aislamiento y coronavirus sea veraz y ajustada a su edad.

¿Cómo hablar con niños, niñas y adolescentes?

Es comprensible que el mismo adulto pueda tener dudas sobre lo que estamos viviendo, sin embargo, tiene certezas que serán importantes de tomar en cuenta, para explicarle a niños, niñas y adolescentes qué estamos viviendo, qué está sucediendo, qué es el coronavirus, por qué no podemos salir de casa, qué tenemos que hacer, etc.

Conviene preguntar siempre qué es lo que saben antes de abordar el tema directamente y responder todas las dudas que nos planteen. Ellos marcarán el ritmo de la conversación y en función de cómo vaya respondiendo, el adulto guiará la información.

Hablar con un lenguaje claro y sencillo, asegurándonos que el pequeño o adolescente nos está entendiendo. Es importante tener claro que el abordaje será diferente de acuerdo a las edades, y que es diferente también una conversación con adolescentes.

¿Qué información conviene darles?

Consideremos que niños, niñas y adolescentes están expuestos a una mayor cantidad de información a través de las redes sociales y medios de comunicación. Por eso es muy importante iniciar con preguntar sobre lo que saben y cómo han obtenido la información.

Y aclarar las dudas o corregir la información.

No se trata de sobre informar, pero tampoco desinformar u ocultar información.Responder todas sus dudas ayudará a disminuir la incertidumbre y ayudarles a generar seguridad.

Por lo que será importante que entre los adultos al cuidado de los pequeños y adolescentes haya una previa conversación que los lleve a tener un consenso y, también, plantear si hay diferencias y cómo van a atender esas diferencias, ya sea buscando información, preguntando a los especialistas o acordando cómo van a resolver esas diferencias.

Por lo que será muy importante mostrarse abiertos a resolver las dudas que surjan.

¿Qué información conviene darles?

Consideremos que niños, niñas y adolescentes están expuestos a una mayor cantidad de información a través de las redes sociales y medios de comunicación. Por eso es muy importante iniciar con preguntar sobre lo que saben y cómo han obtenido la información.

Y aclarar las dudas o corregir la información.

No se trata de sobre informar, pero tampoco desinformar u ocultar información.Responder todas sus dudas ayudará a disminuir la incertidumbre y ayudarles a generar seguridad.

Por lo que será importante que entre los adultos al cuidado de los pequeños y adolescentes haya una previa conversación que los lleve a tener un consenso y, también, plantear si hay diferencias y cómo van a atender esas diferencias, ya sea buscando información, preguntando a los especialistas o acordando cómo van a resolver esas diferencias.

Por lo que será muy importante mostrarse abiertos a resolver las dudas que surjan.

¿Los niños, niñas y adolescentes también se ven afectados emocionalmente?

Sí es así, ¿Qué podemos hacer?Así como los adultos estamos viviendo una serie de emociones consecuente con esta situación como irritabilidad, incertidumbre, miedo, ansiedad, los niños, las niñas y los adolescentes también están viviendo diferentes emociones y sentimientos, por lo que es necesario saber esto y, como adultos estar atentos a estas situaciones y saber qué hacer.

Sin embargo, la forma de expresar es diferente entre adulos y niños. Los niños y niñas tienden a expresar de manera más natural: lloran, se irritan, se enojan. A veces pueden expresar su tristeza o miedo a través de un mal comportamiento. Y tendríamos que tener presente que un niño que se “porta mal” es porque se siente mal. Las comillas indican que habrá que estar muy claros qué entendemos los adultos y qué entienden ellos por portarse mal. Tocará a padres y madres dejar muy claro esta definición.

Conviene entonces estar alerta a las reacciones de niños, niñas y adolescentes. Identificar, reconocer, poner nombre a los sentimientos y hacerles saber qué es lo que están sintiendo, aceptar y valorar sus sentimientos dará un recurso enorme a los pequeños y a los adolescentes, que les permitirá recuperase y continuar. Ofrecer un espacio privado para un desahogo, ayudará a que niños, niñas y adolescentes se sientan mejor.

¿Es necesario cambiar las normas y reglas de convivencia en la familia?

La sorpresa con la que estamos viviendo esta situación, así como lo nuevo que trae consigo lleva a que niños, niñas y adolescentes también lo vivan así. Por lo que es necesario que haya certeza en algunas de las áreas de la vida diaria. Ellos necesitan de normas y reglas claras, así como del conocimiento acerca de qué sucede cuando no se cumplen. Por lo tanto, es necesario que se establezcan nuevas reglas, nuevas normas, derivadas de la forma de convivencia actual.Conviene establecer horarios y espacios de vida estructurados: comidas y lugar de las comidas, hora de hacer actividades escolares y de estudio, horas de juego y entretenimiento, hora para hablar entre familia. Si son muy pequeños, se pueden hacer horarios con dibujos o con recortes de revistas. Hacer participar a toda la familia ayuda mucho al respeto y seguimiento de estas reglas y normas.

Hacer una lista de actividades que hacen que el hogar y la familia funcionen y haya mayor armonía, estableciendo quiénes serán responsables de cada actividad. Vestirse con ropa cómoda, sin permanecer en pijama todo el día. Hacer acuerdos sobre el tiempo y tipo de uso de redes sociales y aparatos como video juegos, televisión, celulares para tener un uso adecuado y no perjudicial.

Todo esto facilitará y favorecerá una convivencia familiar más sana y más armónica en estos tiempos de contingencia.